Primero que todo, el consumidor debe tener muy claro qué es exactamente un alimento light.
En general, los
productos así llamados son bajos en calorías porque han sido desgrasados o se
les ha reducido determinada cantidad de azúcares. Es decir, han sufrido una
reducción o sustitución de algunos de los componentes de los productos
tradicionales para conseguir que tengan un menor aporte calórico. Además, por
considerarlos una panacea para mantener la “línea” y la salud, son más caros que
los productos originales.
Según el proyecto MERCOSUR, se
pueden denominar light los alimentos que tienen una o más de las
siguientes características:
· Valor calórico reducido
· Bajos en calorías
· Bajos en contenido de azúcares
· Reducido contenido graso
· Bajo contenido en sodio.
· Valor calórico reducido
· Bajos en calorías
· Bajos en contenido de azúcares
· Reducido contenido graso
· Bajo contenido en sodio.
Pero, ¿qué quieren decir estos
términos?. Veamos:
- Alimentos “reducidos en calorías”, son los que presentan una reducción de carbohidratos y azúcares totales, del 25 - 30%, y una reducción mayor de 5 gr. /100 gr. de producto, para los sólidos, y de 2,5 gr. /100 gr., para los líquidos, respecto del alimento original correspondiente. De no cumplir esta condición, no es un alimento reducido en calorías.
- Alimentos “bajos en calorías”, son los que contienen como máximo 5 gr. /100 gr. (para sólidos) y 2,5 gr. /100 gr. (para líquidos), de carbohidratos. De no cumplir esta condición, no es un alimento bajo en calorías.
- Alimentos “reducidos en grasas”, son los que deben tener una reducción de grasas totales, mínimo del 25%, y una reducción mayor de 3 gr. de grasas/100 (para sólidos) y mayor de 1,5 gr. /100 (para líquidos).
Por lo tanto, los alimentos
light son aquellos que presentan una reducción, como mínimo, del 30 %
del valor energético, o de algunos de los nutrientes. Esto explica el por qué un
“alimento reducido en sodio”, pueda considerarse light, sin haber
modificado su valor energético, y es lo que puede generar confusión y
problema.
Consumo
responsable.
Una norma que deben seguir quienes recurran a estos
alimentos light es la de que es necesario un consumo responsable de
ellos. Para tener una idea más clara, una cucharada sopera (15 gramos) de
mayonesa convencional contiene unas 100 calorías y unos 10 gramos de grasa,
mientras que la versión light aporta alrededor de 50 calorías y 5 gr de
grasa. Por lo tanto, si la persona cae en el error de que, por ser un producto
light, puede consumir el doble o mayor cantidad, al final estará
consumiendo las mismas calorías y gramos de grasa que si se tratara de la
mayonesa convencional.
Además, es posible que, aunque el alimento light contenga menos cantidad de grasa o carbohidratos que el de referencia, sin embargo siga aportando demasiadas calorías. El problema radica en que, generalmente debido a la mala información acerca de ellos y a que no se tiene claro el significado de light, ni de la composición química y el valor nutritivo del alimento original, se tiende a usarlos indiscriminadamente, o en forma equivocada. Por eso, es importante leer con atención las etiquetas de los envases, ya que es necesario saber por qué el producto es light, es decir, qué nutrientes están reducidos, cuánta grasa tiene y de qué tipo es. ¿Garantía de calidad? En relación con la calidad de los alimentos light, hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, en los procesos industriales para obtenerlos se pierden ciertos nutrientes, sobre todo aquellos que se relacionan con las grasas. Esa es la razón para que, con frecuencia, se añadan algunas vitaminas y minerales.
¿Son necesarios? En general, no se puede decir que el consumo de alimentos light sea bueno o malo. En general, las personas que se encuentran en buenas condiciones de salud no necesitan recurrir a este tipo de productos; se consideran adecuados para quienes deben limitar el aporte energético de su alimentación o la cantidad de grasas o azúcares, debido a que sufren algún trastorno o enfermedad.
¿Adelgazan? Los productos light no son adelgazantes El hecho de que aparezca en los envases la palabra light, "sin azúcar añadido", "bajo en grasas" o similares, no significa que lo sean. Su aporte calórico sí es inferior al de los alimentos que imitan, pero algunos contienen grasas y azúcares en cantidades significativas. Tal es el caso de la mayonesa o el paté, ricos en grasa por naturaleza, aun en sus versiones ligeras.
Además, es posible que, aunque el alimento light contenga menos cantidad de grasa o carbohidratos que el de referencia, sin embargo siga aportando demasiadas calorías. El problema radica en que, generalmente debido a la mala información acerca de ellos y a que no se tiene claro el significado de light, ni de la composición química y el valor nutritivo del alimento original, se tiende a usarlos indiscriminadamente, o en forma equivocada. Por eso, es importante leer con atención las etiquetas de los envases, ya que es necesario saber por qué el producto es light, es decir, qué nutrientes están reducidos, cuánta grasa tiene y de qué tipo es. ¿Garantía de calidad? En relación con la calidad de los alimentos light, hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, en los procesos industriales para obtenerlos se pierden ciertos nutrientes, sobre todo aquellos que se relacionan con las grasas. Esa es la razón para que, con frecuencia, se añadan algunas vitaminas y minerales.
¿Son necesarios? En general, no se puede decir que el consumo de alimentos light sea bueno o malo. En general, las personas que se encuentran en buenas condiciones de salud no necesitan recurrir a este tipo de productos; se consideran adecuados para quienes deben limitar el aporte energético de su alimentación o la cantidad de grasas o azúcares, debido a que sufren algún trastorno o enfermedad.
¿Adelgazan? Los productos light no son adelgazantes El hecho de que aparezca en los envases la palabra light, "sin azúcar añadido", "bajo en grasas" o similares, no significa que lo sean. Su aporte calórico sí es inferior al de los alimentos que imitan, pero algunos contienen grasas y azúcares en cantidades significativas. Tal es el caso de la mayonesa o el paté, ricos en grasa por naturaleza, aun en sus versiones ligeras.
No es que exista una edad adecuada para el consumo de
productos light, pero sí algunos momentos en la vida en los que no
deberían ingerirse, al menos de manera habitual. En concreto, durante la
infancia y la adolescencia no son recomendables, ya que se está en pleno proceso
de formación de los tejidos y se requieren todos los nutrientes de los
alimentos. Además, durante ambas épocas, el gasto calórico es muy alto. Los
ancianos tampoco deben consumirlos, porque se hacen necesarios los consumos
naturales para suplir las deficiencias causadas por la edad.
Habitualmente, las
madres compran los productos light que ofrece el mercado, con el
objetivo de darles a sus hijos una alimentación más equilibrada. Sin embargo,
estos productos están orientados, en general, a personas adultas, porque no
todos satisfacen las especiales necesidades que tiene un niño en plena etapa de
desarrollo.
Lcda. María del Pilar Montes
CampuzanoNutricionista Dietista
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